No comprendo todavía,
pero acepto que no todo,
¡es cómo lo quisiera!.
Recuerda que te amo,
y amaré siempre, hija mía.
Tu abuela me dio la última enseñanza,
antes de irse y ahora es mía.
¡Pidamos perdón, y perdonemos!
¡Verdad que no es fácil!
Eso pensé y comprendí cuando ella lo hizo.
El pensamiento más triste,
llego a mí corazón en ese instante.
Ahora ya no está presente,
ella descansa en paz.
Aprendió la lección,
mí abuela me la había dicho,
y yo no la comprendí.
Espero que tú la aprendas, a tiempo.
¡Para que seas feliz!
Mi corazón sangraba,
mientras escribía,
pero mi alma quiere gritar,
todo lo que lleva dentro
la poesía me ayuda.
ResponderEliminarGracias
mis pensamientos que nacen en mí alma y corazón.
Y no sufras, arriba corazones.!!!!!