Su mirada era de puro amor.

Su mirada es el reflejo de la belleza, 

de su alma, mujer en toda la extensión, 

de las palabras... 

Respeto, a si misma, a sus creencias.

Amor, por el prójimo, respetuosa.

Bondad, infinita hasta llegar al sacrificio.

Fidelidad, a las promesas de Dios Padre. 

Así describo a mí madre que en paz descansa.

Hoy a cinco años de su deceso,

la extraño cómo el primer día,

no en el que se fue en su viaje eterno,

porque en su momento se despidió.

Pero desde que se cambio a la casa de su hija,

mí hermana mayor, con quien no había, 

convivido antes, ya que fue criada por 

nuestra abuela, presentí que llegaría pronto, 

su partida sin regreso, tristemente así fue.

Madre gracias por ser como fuiste,

cómo te conocí, ¡¡gracias !! 

por lo que me enseñaste, 

¡¡te amo madre!!

Descansa en paz.

Que Dios te bendiga.
SENTIMIENTOS Y
DE TÚ HIJA
CORAZÓN LIMPIO